¿Has experimentado el placer de terminar un libro y encontrarte con alguien que también lo leyó, compartir puntos de vista y emociones? ¿Qué tan seguido te ocurre? Y si te sucediera, ¿te gustaría que fuera, por lo menos, una vez al mes? Esa es la finalidad de los clubes de lectura, espacios en los que se reúnen las personas para comentar los libros, intercambiar ideas e incluso hallazgos de nuevas y viejas obras.
Brevemente, déjanos contarte que los clubes surgieron en Estados Unidos en el siglo XIX y su organización fue una actividad principalmente de mujeres. Después se extendieron por Europa y el resto del mundo, y algo interesante es que hacia mediados del siglo pasado se formaron en las cárceles de diferentes partes del planeta, con el fin de contribuir a la reinserción social de los presos.
En Estados Unidos sigue siendo una poderosa tradición, tanto es así que existe un par de clubes muy populares: el de la famosa conductora Oprah Winfrey y el de la actriz Reese Witherspoon, quienes aportan su imagen para el fomento de la educación a través de los libros de toda índole, desde culturales hasta de entretenimiento e interés general.
En México, es una costumbre añeja también y en Guadalajara, por ejemplo, existen varios clubes, algunos de ellos están registrados en la Asociación de Clubes de Libros, que a la sazón tiene a 17 agrupaciones. De acuerdo con su presidenta, Teresa De Villa, el más nutrido de la ciudad es el del Club Atlas Colomos, con poco más de 100 miembros presenciales (en la virtualidad son más, pero no siempre acuden todos a las citas), y el más pequeño es de tres personas. La asociación se reúne el tercer martes de cada más en la Librería José Luis Martínez, a las 10 de la mañana, y estos encuentros suelen ser en torno conversaciones con algún autor.
De acuerdo con De Villa, la asociación tiene 40 años de antigüedad en el estado y originalmente era sólo de mujeres mayores que habían completado la crianza de los hijos, o bien, estaban jubiladas, y se reunían para diferentes fines, entre ellos leer. Hoy en día, esto se ha ampliado y ya es común encontrar clubes mixtos y de personas de todas las edades.
Algo simpático que ocurre es que algunas personas no se conforman con un solo club y se integran a varios, como es el caso de la propia Teresa De Villa, quien forma parte del Club del Libro Amoxtli, así como de el del Atlas. Además de las reuniones mencionadas, cabe destacar que los miembros de la asociación tienen actividades en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde organizan encuentros privados con autores.
Redes lectoras
La tecnología, desde luego, ha sido un factor que reúne a los lectores, y existen en la web varios clubes con presencia por todo el país. Por ejemplo, México Lector es un club que tiene su sede en la capital del país, con presencia en 22 ciudades más de norte a sur, incluidas Guadalajara, Puerto Vallarta y Ayutla, en Jalisco. En su portal explican que las reuniones son presenciales en cada ciudad, todos los primeros sábados del mes de 4 a 6 de la tarde, y si es feriado (puente) se recorre una semana. En todas las sedes se lee y comenta el mismo libro cada vez y al final de la reunión se toman una foto, que se sube al portal acompañada de una minuta con los comentarios y conclusiones que les generó la lectura. Por cierto, México Lector tiene un espacio dedicado a las lecturas para niños.
De las casas y cafés a la web
El contacto con el otro es fundamental en los clubes de cualquier índole y en los de lectura no es la excepción. Pero de reunirse en casas y cafés ahora también es posible hacerlo en las redes, sin desplazarse, pues intercambiar los pensamientos es lo que importa. Por ello, los clubes están en las diferentes redes sociales, plataformas en las que, además de compartir avisos sobre las reuniones y actividades, se aprovechan los espacios para postear frases de autores y libros. Y desde luego, las nuevas formas de compartir y comentar también están presentes, como los videos de los booktubers.
Ahora que sabes un poco más de los clubes de lectura, ¿buscarás alguno para ti? O mejor aún: ¿te gustaría organizar uno con tu familia, tus vecinos o tus amigos? ¡Adelante!