Algunos personajes de la literatura han dejado de ser simples protagonistas de una historia para convertirse en íconos universales casi desde su creación, presentes no sólo en círculos intelectuales, sino hasta en la cultura pop de nuestros días. Se citan en películas, se parodian en redes sociales y hasta se imprimen en camisetas. Aunque muchas personas nunca hayan leído los libros que les dieron origen, tienen alguna referencia de quiénes no. Aquí te presentamos algunos de ellos y, de paso, te invitamos a descubrir sus historias originales.
Sherlock Holmes, el detective que lo deduce todo
Aunque no hayas leído Estudio en escarlata (1887), de Arthur Conan Doyle, y todos los demás volúmenes que el autor generó en torno a este personaje, seguro reconoces a Sherlock Holmes por su pipa, su lupa y su frase “Elemental, mi querido Watson” (que, curiosamente, nunca dice en los libros). Su método deductivo sigue inspirando a investigadores y series de televisión como Sherlock o House M.D, así como varias películas en diferentes momentos de la cinematografía mundial.
Don Quijote, el caballero demente y entrañable
Miguel de Cervantes Saavedra publicó El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha en 1605 y, desde entonces, este personaje soñador que ve gigantes donde hay molinos simboliza la lucha entre la ilusión y la realidad. “Quijotesco” es hoy un adjetivo para describir a quienes persiguen ideales imposibles.
Frankenstein, el monstruo malentendido
La criatura de Mary Shelley (1818) es confundida con su creador en la novela Frankenstein, el doctor que lleva ese apellido, y ha sido reinventada en múltiples formas. Pero el libro original es una reflexión sobre la ciencia, la soledad y el rechazo, escrita por una autora de tan sólo 18 años.
Alicia, la niña que desafía la lógica
Alicia en el país de las maravillas (1865), de Lewis Carroll, ha sido reinterpretada en incontables ocasiones, desde caricaturas hasta cine fantástico y obras de teatro. Más que un cuento infantil, es un juego lingüístico y filosófico que desafía las reglas del mundo real.
Winnie the Pooh, más que un osito tierno
Creado por A. A. Milne en 1926, Pooh es más profundo de lo que parece en los dibujos animados. Sus frases filosóficas sobre la amistad y la vida han sido analizadas incluso en estudios psicológicos.
Romeo y Julieta, el amor que desafía todo
Los protagonistas de Romeo y Julieta (1597), de William Shakespeare, son la representación del amor juvenil y la tragedia. Su historia sigue vigente porque habla de pasiones que desafían el tiempo y las barreras sociales. Sin embargo, muchas personas ignoran el verdadero final de esta historia.
Y tú, ¿por qué crees que siguen vivos en la memoria y han trascendido a través de generaciones?