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Leemos con diferentes propósitos: para estudiar alguna materia, para distraer la mente de la carga laboral, para satisfacer un gusto personal, o cualquier otro objetivo que se nos pueda ocurrir. Y al leer –casi sin darnos cuenta– crecemos, en el sentido de que potenciamos nuestras capacidades mentales (reflexión, análisis, creatividad). Para contribuir a ese crecimiento, existe la lectura creativa, esto es, una forma de acercarse a los textos para crear algo nuevo, distinto.

Leer para crear

Leer para crear es una base que sirve no sólo para la escritura, sino para las artes en general. Muchos pintores han inspirado sus obras en piezas literarias, sin dejar de mencionar las innumerables adaptaciones al cine que se han hecho de novelas, cuentos y hasta de poemas.

Además, la lectura creativa va de la mano de la escritura, y se recomienda para el desarrollo de habilidades del pensamiento y artísticas a cualquier edad. De hecho, existen estudios en países de Latinoamérica, incluido México, que demuestran la contribución de esta práctica para contrarrestar los procesos de pérdida de memoria naturales del envejecimiento. Sí, la lectura creativa es tan importante para los primeros años de aprendizaje como para una buena salud mental en los últimos de vida.

Pero ¿cómo llevar esos procesos? Es más sencillo de lo que se piensa, aunque sí implica involucrarse de manera más directa con el texto, aplicando algunas de las bases de la lectura activa, de la cual se desprende que:

  • Cada dos o tres párrafos, será necesario detenerte a reflexionar sobre lo leído.
  • Hacer anotaciones al margen o, mejor aún, tener una libreta de apuntes en la que escribas las reflexiones que te va generando la lectura será de gran ayuda (para ello te recomendamos la Libreta de entrenamiento para lectores).
  • Hacerte preguntas sobre el texto es muy útil para encontrar conexiones con la propia historia: ¿qué sabes de la anécdota?, ¿conoces alguna anécdota similar?, ¿qué harías en la situación del personaje principal, o del secundario?
  • Subrayar los términos nuevos o desconocidos y después consultarlos en el diccionario te ayuda a incrementar el vocabulario y, por ende, a desarrollar la escritura.
  • Realizar mapas o bocetos de la lectura te permitirá identificar las estructuras narrativas.

Leer para crear

Reinterpreta lo leído

Esta es la parte más compleja de la lectura creativa, pues te lleva a realizar tu propia versión de la historia, que no necesariamente será la creación de una obra literaria, sino que puedes hacer algo totalmente distinto: ¿qué tal un podcast, un video, una pintura o hasta una pieza de vestuario?

Aquí también te damos algunas ideas para aplicar la lectura creativa en la reelaboración de un texto. Aplica las que más sentido hagan con tus propios intereses:

  • Haz dibujos. Es la forma más tradicional de interactuar con el texto. Puedes hacer el retrato de los personajes, recrear escenas o paisajes. Incluso puedes adaptar el texto a historieta. Es importante que no te detengas ante las habilidades que puedas o no tener para dibujar o pintar, y que recuerdes que esta es sólo una sugerencia de acercamiento al texto leído.
  • Cambia el estilo y el género: convierte un poema en narración, y transforma un cuento en verso, o elabora una pieza dramática. Todo inspirado en la lectura original, pero con un lenguaje distinto.
  • Para los poemas, por ejemplo, puedes eliminar la métrica o, por lo contrario, si es un verso no rimado, convertirlo en uno que tenga rima, para jugar con el vocabulario y la matemática de la lengua.
  • Propón finales alternativos. Si no te convenció el final de una historia, ya sea novela o cuento, es tu oportunidad de crear el propio. Incluso, puedes plantear una secuela: ¿qué sucedió con los personajes después del final propuesto por el autor?, ¿hubo personajes secundarios que te interesaron?, ¿qué habrían hecho ellos, desde tu mirada, si se les hubiera dado mayor peso en la narración?
  • Si te decides por la grabación de un audiolibro para compartirlo en alguna red social (te recomendamos antes informarte sobre derechos de autor), cuida la entonación de las frases, el cambio de voces de los personajes, incluso no dejes fuera efectos especiales (viento, mar) que enriquezcan tu trabajo.


Ahora sí, ya sabes cómo la lectura creativa te hará crecer.